El melasma es un trastorno de hiperpigmentación muy frecuente que aparece sobre todo en mujeres (!90% de casos!), y más en edad joven. Aparece como manchas oscuras de bordes irregulares, simétricas, generalmente en zona facial. 

¿Qué tipos hay? 

El Melasma se clasifica principalmente en tres categorías, dependiendo de la profundidad del pigmento: superficial, profundo o mixto. 

El tratamiento con láser para el melasma es altamente eficaz, aunque requiere de ciertas consideraciones para maximizar sus beneficios: 

Terapia Combinada: los estudios señalan que el láser en melasma consigue mejores resultados cuando se combina junto con tratamientos despigmentantes en casa o en consulta (peelings), que incluyen principios activos como la hidroquinona, ácido kójico, azelaico, retinoico o tranexámico entre otros. La combinación con ácido tranexámico oral también consigue muy buenos resultados. 

Baja Energía: Se emplean energías bajas para evitar inflamación excesiva que podría empeorar la condición. 

Variedad de Técnicas: Existen opciones como láseres Q-switched, fraccionados no ablativos, y luz pulsada, adaptándose a cada caso. 

Fotoprotección Rigurosa: Es esencial protegerse del sol antes y después del tratamiento. 

Múltiples Sesiones: Generalmente se requieren varias sesiones iniciales y mantenimiento a largo plazo. 

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